Levantarse cuanto antes.

A todos se nos quedó cara de tontos después de ver a Aranda empatar el partido el lunes, que te igualen un encuentro de la manera que lo hizo el Osasuna duele, aunque no menos doloroso es ver el esperpento de segunda parte que hizo el equipo.

Pero si por algo se caracterizan los clubes grandes es por levantarse lo más rápido posible en los momentos complicados, por lo tanto se debe olvidar ya el nefasto choque ante los navarros y salir a comerse el césped en San Sebastián. Son vitales esos tres puntos (como todos) por varias razones: primero es que sería bueno para la moral de la plantilla marcharse a las vacaciones de navidad con una victoria más asegurada, segundo, sería también importante para cortar de raíz una posible crisis, y tercero que de perder la Real Sociedad nos alcanzaría con 25 puntos en la tabla.

Es por ello que tanto los jugadores como el técnico tienen la obligación de dar un golpe encima de la mesa el sábado. Recuerdo la pasada campaña que también tuvimos partidos paupérrimos y perdimos puntos en los últimos minutos, al final acabamos en una posición inmejorable.