Unai Emery: el juicio final.

El Spartak de Moscú, recientemente clasificado para jugar la previa de la Liga de Campeones, ya espera al aún técnico del Valencia Unai Emery. Es momento pues de hacer balance de éstos 4 años al frente del club y ponerle nota al que ha sido nuestro entrenador casi un lustro.

Si algo hay que reconocerle al de Hondarribia es que ha conseguido estabilizar al VCF en la tercera plaza tres años consecutivos a pesar de la constante fuga de estrellas. ¿Es suficiente ésto para catalogar su papel como excepcional?, pues no. Más que nada por la forma en que se ha conseguido el ínclito tercer puesto en los últimos tiempos.

El juego del equipo ha sido plano, aburrido, sin ideas y con unos alarmantes problemas defensivos, que no se han logrado subsanar durante todo éste tiempo, a pesar de contar con innumerables centrales (Albiol, Marchena, Alexis, Ricardo Costa, Rami, Víctor Ruiz) etc. Nunca se ha contado con un estilo de juego ni con un esquema, y como prueba hay un dato que es simplemente demoledor: en 38 jornadas de Liga, se han repetido 38 alineaciones distintas. Teniendo en cuenta la mediocridad y el conformismo que ha acompañado al VCF Emeryano, podemos decir que se ha cumplido el objetivo por la simple razón de que los perseguidores no han estado a la altura de las circunstancias.

Las eliminatorias son uno de los principales puntos negros de Emery. En la presente temporada se ha solucionado algo éste problema, ya que se ha llegado a dos semifinales, pero en general el equipo no ha sabido competir en ésta clase de encuentros. En innumerables ocasiones el VCF se ha dejado remontar en competiciones del KO, ya sea en Copa o en Europa: Real Madrid, Deportivo, Sevilla, Schalke, Villarreal, Leverkusen... todo por la escasez de oficio y solidez defensiva.

En la gestión del vestuario y la cantera tampoco ha destacado en exceso Unai, durante su estancia el respeto que ha gozado entre su plantilla ha brillado por su ausencia, y las salidas de tono e indisciplinas se han contado por decenas, quedando impunes casi siempre. Para Emery es más grave no estar acertado en un momento determinado, que faltar el respeto al equipo que te paga. Los chavales de la cantera tampoco pueden estar contentos con el de Hondarribia, puesto que han sido ignorados o en el mejor de los casos llamados para jugar algún partido y luego desaparecer del mapa. Que le pregunten a Bernat, que salió de titular en el debut liguero frente al Racing, y no volvió a aparecer hasta la segunda vuelta. Para colmo, en su adiós ante la Real Sociedad no fue ni para darles los 90 minutos a él y a Alcácer.

No obstante las lágrimas del vasco en su despedida demuestran que estamos ante una persona trabajadora, honesta y que ha luchado por el bien del VCF en la medida de lo posible mientras que ha dirigido al club de Mestalla. Claro que eso ya se le presupone a un profesional...

Sin más, le deseo suerte en su andadura por Rusia, ya que si sigue sin aprender de sus errores y viviendo en un universo alternativo en el que todo vale, la va a necesitar.

@gustoparticular