!Valverde quédate!.

Con este contundente cántico pedía la afición del Valencia desplazada a Getafe el sábado la renovación del técnico valencianista, admitiendo el gran trabajo realizado por el vasco en estos cinco meses. El, que no le hace gracia ser el centro de atención, confesaba luego en rueda de prensa que le dan vergüenza éstas cosas.

Y es que si Ernesto ha conseguido llegar al aficionado es precisamente por esa tranquilidad y normalidad que le inyecta a todo. Cogió a un equipo deshecho, roto, sin rumbo, que venía de encajar dos goleadas sonrojantes, y poco a poco logró enderezar la nave. Primero a base de resultados, y luego ya añadiendo buen juego tiene al equipo a un paso de la Champions, cuando allá por el mes de diciembre deambulaba por la mitad de la tabla.

Que el VCF esté acabando la temporada cómo un tiro, tanto en juego cómo en marcadores, no es fruto de la casualidad. Ese 4-3-3 inicial del Txinguri ha acabado mutando en un 4-2-3-1, donde el protagonista es el balón y el toque. Donde futbolistas cómo Banega o Parejo, recuperado milagrosamente el segundo para la causa (uno de los grandes éxitos de Valverde), son los que llevan la voz cantante en el juego che.

En el fútbol es fundamental tener un estilo de juego definido y reconocible, y aunque no soy ningún enamorado del fútbol de toque, hay que reconocer que EV ha logrado imponer esa forma de jugar que tanto gusta en el mundo del balompie últimamente. Da igual que sea en el Bernabéu o en el Coliseum, en París o en Vallecas, el VCF ahora sabe a lo que juega y sabe lo que tiene que hacer cuando salta al campo. Algo que no era así en otros tiempos.

Pese a que la cifra de goles éste año es superior a la de los últimos cursos, en los últimos partidos el equipo está haciendo gala de una gran solidez en defensa. Esperemos que no sea un espejismo, pero llevamos una serie de partidos donde el portero de turno es un espectador más. Y buena parte de culpa de ello lo tiene Jeremy Mathieu, lateral reconvertido en defensa por obra y gracia del protagonista del post de hoy. Se colocó de central porque no quedaba otro remedio, y se ha confirmado con el tiempo cómo el mejor central de la plantilla a día de hoy. Gratísima sorpresa el rendimiento del francés en esa posición.

Desde Rafa Benítez, Valverde posiblemente sea el mejor entrenador que ha pasado por el banquillo de Mestalla. Opinión personal, compartida por muchos valencianistas, que piensan al igual que yo que Ernesto debe ser la piedra angular del proyecto para la próxima campaña. El secretismo del vasco-extremeño con este tema sin embargo nos hace pensar en su salida, que de ser así sería con toda probabilidad a Bilbao. La obligación del club es evitar esto a toda costa. Tener un buen míster, con las ideas claras, es un lujo. Ya que lo hemos encontrado, no lo podemos dejar pasar.

@gustoparticular