Más de lo mismo.

Otro ridículo más, otra vergüenza, otro insulto al escudo, otra indecencia, otra certera patada en nuestras pelotas. El Swansea, equipo de mitad tabla de la Premier, nos ha hecho en nuestra casa un 0-3, sin necesidad de sudar ni de forzar la máquina. Con dos cojones.

En el minuto 11 se han comenzado a complicar las cosas, pérdida absurda de Banega (el cual admiro cuando está bien, pero en este inicio de competición se podría ir un rato a pastar), Rami agarra por detrás a Bony. Tarjeta roja. Justa e indiscutible. Acto seguido contra fulminante de los galeses, y gol del mismo jugador. Y se acabó todo.

Es cierto que jugar un partido con un jugador menos desde tan pronto es duro, pero ante eso no queda otra que echar mano de garra y coraje para intentar sumar algo positivo. Pues bien, a partir de ahí el VCF ha sido un equipo sin alma, lleno de nervios, de imprecisiones, plano, incapaz de dar dos pases seguidos, sin tener una sola ocasión en 90 minutos, sin ideas, sin amor propio, sin absolutamente nada.

Djukic posiblemente tenga parte de culpa en el plano táctico o técnico, no lo dudo. Pero la imagen que está dando el equipo responde a falta de orgullo, de sangre. No se si será que se quieren cargar al entrenador, si es falta de confianza, nervios, no tengo ni idea; pero lo que no me creo es que sean tan rematamente malos. El VCF puede, y debe dar más. Por plantilla, por historia, por afición, por todo. Tenemos calidad para mucho más de la mierda que estamos viendo últimamente. Y si no tenemos calidad, hay una cosa que se llama ambición, competividad, profesionalidad y ganas de ganar.

En fin, que mucho me temo que en breve Djukic a pesar de ser un técnico válido y con carácter, pasará a acompañar a Pellegrino, Quique o Ranieri como entrenadores que han pasado por Mestalla con más pena que gloria. Y el problema seguirá ahí, ya que el problema se trata de unos jugadores acomodados, prepotentes, y sin ninguna ilusión: fruto de una política de club que es de todo menos eso, un club. El VCF se nos muere, deportiva e institucionalmente, y nadie hace absolutamente nada para remediarlo.

@gustoparticular