Canallas aparte.

Arbitraje vergonzoso contra el VCF ayer, uno más en lo que llevamos de temporada, uno más en nuestra historia. Resulta del todo indignante que te atraquen así una semifinal europea, más aún cuando no es la primera, ni será la última vez. Canallas, corruptos y sinvergüenzas aparte, me gustaría hacer autocrítica. Analizar los errores para tratar de solventarlos, porqué solo así tendremos opciones de hacer una segunda #reAMUNTada.

No puede ser que te vengas abajo cómo hizo ayer el VCF después del primer gol, entiendo la frustración por el clamoroso fuera de juego, pero lo único que puedes hacer ante eso es apretar los dientes, levantarte y utilizar esa rabia para remontar el partido. Contra el Basilea además ya encajamos dos goles seguidos también. A la mínima este equipo se viene abajo. No hay excusa.

No nos pilla por sorpresa que este equipo se hunda en momentos puntuales, llevamos ya años incubando un virus que nos impide tener un bloque concentrado y sólido los 90 minutos en encuentros clave. Viene de largo, y corresponde a una política de club hecha desde arriba, con el beneplácito de ciertos entrenadores que ayer también estaban en el Pizjuán...vosotros me entendéis.

En la segunda mitad el Sevilla estuvo totalmente cómodo ante un VCF que no sabía penetrar entre su bien puesta defensa. Porqué esa es otra, ahora resulta que Unai ha conseguido armar un equipo sólido y sabe leer las eliminatorias. Tócate los huevos. Hubo también un par de ocasiones claras, pero ahí se vio la diferencia de tener a Jonas y Vargas o a Bacca y Rakitic. Es lo que tiene cuando tu rival se gasta más de 40 millones y tú apenas 10. El dinero cómo siempre, compra la calidad, y la calidad se impone al empuje y la voluntad. Es simple.

Parejo comenzó bien, pero poco a poco el medio del campo sevillista se lo fue comiendo, acabó totalmente desesperado cómo demuestra la foto que preside esta entrada. Que jugase los 90 minutos en Pamplona en un partido que ni nos iba ni nos venía, no ayudó para nada. Palito a mi amigo Pizzi.

Canallas aparte, lo cierto es que tenemos peor equipo que el Sevilla. Que la falta de calidad y la pésima planificación deportiva se nota. No obstante, que nadie dude que el jueves que viene Mestalla tiene que ser y será un infierno. A la afición no nos queda otra que animar y empujar desde la grada hasta que no podamos más. Sólo así tendrán sentido los "y si..." que seguro saldrán a relucir durante la semana.

#reAMUNTada

@gustoparticular