viernes, 11 de octubre de 2013

Redimirse o morir.

Cuando Víctor Ruiz llegó, toda Valencia recibió con entusiasmo su fichaje, a pesar de su fracaso en Nápoles se trataba de uno de los centrales más prometedores del fútbol español.

Al principio de su arribo justificó las esperanzas depositadas en él cuajando grandes actuaciones en sus primeros meses. Poco a poco sin embargo, Dios sabe porque, su nivel fue decreciendo, pasando de ser titular indiscutible a generar un estado de pánico colectivo cada vez que saltaba al campo.

Personalmente pienso que se trata de un problema de confianza. Aunque ya se nos haya olvidado (y en su momento se le sobrevalorara, también hay que recordarlo), el catalán tiene aptitudes para ser un central seguro e importante en el club. El mundo del futbol es muchas veces injusto, y cruel, muy cruel. El margen de error que tienes es estrecho, los aficionados (sean del club que sean) no perdonan el fallo, y hay que tener mucha personalidad y carácter para que no te afecten todas esas críticas, que en ocasiones son tremendamente feroces.

Con Víctor la primera piedra para generarle inseguridad se puso antes de aterrizar, poniéndole el entorno la etiqueta de ser poco menos que un nuevo Ayala. Su alto precio (7 millones) hicieron elevar entre la afición la expectación por él. Poco a poco se fue demostrando que igual se le hizo cargar con un peso que no le hacía justicia. Y entre su corta edad, las críticas (no inmerecidas, que quede claro), su débil carácter, se formó un cóctel explosivo que le hizo caer en la mediocridad. A cada cagada venían más críticas, más inseguridad, y vuelta a empezar. Cuando se empieza así ya digo, hay que tener no poca cabeza y personalidad para salir de esa situación.

Ahora tiene ante si una gran oportunidad de demostrar que esos 7 kilos que se pagaron por él no fueron una locura, que algo tendría esa joven promesa del Espanyol para recalar en nuestro club. No queda más remedio que recuperarlo para la causa entre todos, ante la espantada del sinvergüenza de Rami sólo quedan tres centrales en la plantilla dejando a un lado la cantera y un posible refuerzo en enero. Nadie le pide que se convierta en el nuevo jefe de la defensa, que saque un 9 sobre 10 en cada partido, que haga cosas que no sabe, entre otras cosas porque pedirle eso sería terminar de hacerle la cruz. Pero si podemos pedirle que deje a un lado los miedos y los complejos, y exhiba el nivel que se le presupone. Por su bien, y sobre todo por el bien del Valencia, tiene que redimirse y ganarse un sitio en el equipo.

@gustoparticular

1 comentario:

  1. Sin duda alguna la confianza es fundamental para el rendimiento de un jugador . A Víctro se le notaba excesivamente nervioso cuando jugaba . Por el bien suyo y del Valencia debe recupera esa confianza .

    Un saludo

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